La Libertad y el Estado de Derecho
Las reglas que todos deberíamos seguir y algunos no lo hacen
Los impuestos son lo que pago por la civilización
El concepto de libertad parece ser un concepto básico, de fácil interpretación y comprensión. Si realmente fuera tan fácil de interpretar, dicho concepto no se habría visto tan manoseado en tiempos pasados, donde fue grito de batalla de la revolución cubana, de la revolución bolchevique y de la revolución Chavista en Venezuela. La libertad del pueblo oprimido, siempre ha sido un caballo de batalla de las revoluciones marxistas.
Pero, ¿qué es la Libertad? La libertad absoluta, es la capacidad de hacer lo que queramos. La libertad absoluta es algo que no puede existir para todos ya que incluiría la capacidad de poder controlar a todos los seres del planeta. En nuestro mundo solo podría haber una persona totalmente libre, ya que nuestras libertades estarían subrogadas a la libertad de esta persona. Esta persona, para ser totalmente libre, podría hacer lo que quiera, tomar mi casa si quiere, matarme si eso es lo que apetece, sin consecuencias (eso es, básicamente ser totalmente libre). Algo similar a la figura del monarca absoluto, pero a nivel mundial.
Es por eso que se crean las leyes. La Carta Magna (Magna Carta Libertatum o gran carta de las libertades) fue firmada en 1215 luego de que barones ingleses se sublevaran contra el rey Juan I para limitar el poder del rey en temas legales y tributarios. El concepto básico de la Carta Magna era que “nadie estaba encima de la ley (ni siquiera el rey)”.
Si no existe Libertad absoluta, ¿En qué consiste la libertad? En sabias palabras atribuidas a Oliver Wendell Holmes Jr : “tu derecho a girar tu brazo termina donde empieza mi nariz”. La libertad de cada individuo es sagrada y debe ser maximizada dentro de los lineamientos de lo que constituye el Estado de Derecho. El Estado de Derecho, generalmente plasmado en una constitución, debe definir las reglas básicas de la sociedad, dentro de las cuales se debe mover la libertad del individuo. No puedes matar a otro ser humano, no puedes tomar la propiedad de otro sin su consentimiento, no puedes abusar de tu posición económica o social en detrimento de otro, etc.
El estado, a su vez, se crea para vigilar que estas reglas se respeten, para legislar en el caso de que se requiera revisar dichas reglas o crear nuevas reglas, y para actuar cuando alguna de estas reglas sea violada. Los ciudadanos pagan impuestos al estado, para solventar este servicio, necesario para el funcionamiento de cualquier sociedad.
El estado debe ser eficiente en el desempeño de sus responsabilidades, y consciente de que sirve al pueblo que lo creó y es el guardián de las libertades de dicho pueblo. Cuando el estado se olvida de este mandato del pueblo y empieza a legislar por y para el estado, es que se reducen nuestras libertades y el estado se asemeja, cada vez más, a un monarca absoluto.
¿Por qué es importante entender este concepto? Porque es justamente el estado el que puede limitar la libertad de cada uno de nosotros, mas allá de lo necesario. Es decir, entendemos generalmente que se limite nuestra libertad en cuanto a la vida o propiedad de otros, pero cuando el estado empieza a tomar decisiones fuera del ámbito establecido por el Estado de Derecho, entonces empieza a erosionar mi libertad.
Mire a las personas alrededor suyo y piense: ¿Cuántas de estas personas tiene valores similares a los míos o valoran las mismas cosas que yo? La respuesta es pocos o ninguno. Es imposible encontrar a dos personas que tengan los mismos valores morales y que valoren exactamente las mismas cosas. Algunos coincidirán en algunas cosas, pero 100% coincidencia en 100% de los temas es muy probable que sea 0%. Esto es porque cada ser humano es un universo en sí mismo.
Hay personas que consideran que tener casa propia es lo más importante. Otras que piensan que la educación de sus hijos es más importante que tener casa propia. Cuando el estado define que el tema de la casa propia es fundamental y que se invertirá dinero estatal en ese tema; el estado ha reducido nuestra capacidad de decisión. Para aquellos para los que la educación era más importante que la casa propia, esa decisión ya no es posible. El estado ha utilizado su dinero, a través de los impuestos, y ha tomado la decisión por ellos: Es la casa propia. ¿Si no estoy de acuerdo con esa decisión, me devuelven mis impuestos? No. Si quieres casa propia, bien, y si no, mala suerte; la decisión ya fue tomada por el estado.
Es por eso que es importante, para todos los peruanos, el tener claro en que ámbito puede entrar el estado y en que ámbito no. ¿Qué libertades estamos dispuestos a sacrificar por vivir en sociedad y prosperar, y que libertades no estamos dispuestos a sacrificar? Es responsabilidad de todos nosotros, a través del voto democrático consciente y de la constante vigilancia a nuestros representantes, el asegurarnos que se respeten nuestras libertades personales.